El Jardín del Edén

2018- actualidad.

Desde hace algún tiempo decidí alejarme de la Ciudad de México, las calles repletas de carros obstaculizan disfrutar del aire, sus anuncios publicitarios asfixian, el ruido excesivo refleja un caos que pareciera llevar a un declive absoluto más que a la resurrección de un nuevo orden.  

Los altos costos que ha impuesto el sector inmobiliario también fue un factor a considerar, la clase media estamos confinad@s a un departamento de 40m2 que se debe compartir la mayoría de las veces, como máximo aspiracional.  

Tuve la fortuna de trasladarme con mi esposa al Estado de México a una zona semi rural, a escasos 50 minutos de la ciudad. En mi nuevo hogar, bautizado como “El Jardín del Edén” logramos construir una vivienda de acuerdo a nuestras necesidades, rodeados de naturaleza en convivencia con nuestras mascotas.

“El Jardín del Edén” se sitúa en una zona boscosa pequeña, que desafortunadamente se ha ido deforestando, malgastando los recursos naturales, debido a la falta de conciencia de los pobladores de la zona y el rápido crecimiento de la mancha urbana. En caso de no realizar acciones preventivas, los desgastes continuarán hasta formar una zona gris más, inundada de concreto y sin vida.

El Jardín del Edén cuestiona las problemáticas del caos  urbano y la inflación inmobiliaria en la Ciudad de México; la deforestación, contaminación, crecimiento desmedido y desorden en las zonas conurbadas percibidas como una mancha gris uniforme.  Con El Jardín del Edén manifiesto una propuesta de vida descentralizada del orbe, donde en una zona semi boscosa cercana a la ciudad, me conecto diariamente con la naturaleza para encontrar un equilibrio entre la vida y la muerte, sentirme en armonía y alejarme de la ansiedad. A través de imágenes lúdicas y subjetivas realizadas con fotografía estenopeica digital, revaloro la flora y fauna endémica de mi hogar.

Cualquier pequeño jardín, franja de pasto, árbol, arbusto o planta, por pequeña que sea, mejora el estado de ánimo y combate la gran mancha gris.